Jorge Lorenzo siente una especial pasión por Lamborghini. En 2015 se compró un Huracán, en 2020 recogió en las propias instalaciones de Sant’Agata Bolognese (Italia) un Aventador SVJ 63 Roadster (una ‘bestia’ con 770 CV capaz de pasar de 0 a 100 en 2,9 segundos) y en 2023 se hizo con un Lamborghini Urus S.
Su segundo Urus S en negro
Pero el mallorquín, que reconoce haberse convertido en coleccionista de coches, acaba de recibir en Lugano (Suiza) otro Lamborghini Urus S quizá porque piensa guardarlo en una residencia distinta a la que utiliza para albergar el primero. Se trata de una unidad en negro (su primer Urus también es negro) que el personal de Lamborghini le ha entregado y que ha recibido móvil en mano para inmortalizar el momento.
El ex piloto lo recibe con un incontenible ¡Uepaaaa!, para después admirar su silueta «brillante como un caballo» y fijarse en los detalles. Por un lado, los umbrales de puertas, con tiras de fibra de carbono mate en las que ha mandado inscribir el número 99, tanto en la grafía que empleaba en su MotoGP como manuscrita.
Llantas de 23 pulgadas
Los asientos de nuevo diseño tapizados en cuero negro con pespuntes en amarillo también son objeto de su admiración, como unos escapes en negro mate y unas enormes llantas de 23 pulgadas en negro brillante (en su anterior Urus S eran en plateado) tras las que se descubre su elección de unas pinzas de color amarillo.
El nuevo ‘juguete’ de Lorenzo cuenta con 666 CV, alcanza 306 km/h y no necesita más que 3,3 segundos para impulsarse de 0 a 100 km/h pese a marcar casi 2,3 toneladas sobre la báscula. Todo por un precio que ronda los 270.000 euros sin contar con las opciones, por lo que esta unidad se podría acercar a los 300.000 euros.
