En ocasiones, me he cuestionado qué ocurriría si la Filarmónica de Viena tocara sin un director de orquesta. Pronto lo descubriremos. Kroos ha decidido retirarse en su mejor momento, para no dejar un mal recuerdo en la mente de nadie. Aunque podría continuar ganando, disfrutando y entregando pases precisos, decide partir.
Su marcha dejará un vacío, no en el campo, ya que el Real Madrid seguirá jugando con once jugadores, pero sí en el equipo. Este vacío será difícil de llenar, ya que futbolistas como Toni Kroos son únicos y ya no se fabrican más como él.
La próxima temporada, Ancelotti contará con una plantilla diseñada para la velocidad, convirtiendo los partidos en un desafío agotador para los rivales. Seguir el ritmo del Real Madrid puede ser como correr a la velocidad de Kipchoge, donde pocos podrán mantenerse.
El Madrid post Kroos será rápido, pero deberá aprender a adaptarse a su ausencia. Esa pausa que él aportaba puede ser lo que falte al equipo en momentos clave. Modric, quien ha compartido tanto tiempo con Kroos, podría sentir su falta en el campo.