Christophe Galtier, quien actualmente dirige el Al-Duhail SC de Qatar, conversa en detalle con L’Equipe sobre su pasado en el PSG y uno de los momentos más difíciles de su vida: cuando fue acusado de racismo durante su tiempo como entrenador del Niza, un cargo del cual fue absuelto en diciembre pasado.
«El racismo, la discriminación no son parte de mi software porque crecí en un ambiente multicultural y evolucioné a lo largo de mi carrera. Fue un verdadero shock ser llevado a juicio», menciona en la publicación francesa, explicando la razón detrás de la denuncia: «Fui víctima de una venganza. Esta teoría de venganza no es mía, está presente en la sentencia judicial […] Fue una difamación. […] La justicia ha confirmado mi inocencia. Por eso estoy contento. Las acusaciones en mi contra no tenían sentido».
Fui víctima de una venganza. Esta teoría de venganza no es mía, está presente en la sentencia judicial
Algo único en Francia
Christophe Galtier también menciona en L’Equipe a los tres cracks que tuvo a su cargo en el PSG: Messi, Neymar y Mbappé. «Los tres tenían que participar y jugar juntos. Esa era mi obsesión. No creo que volvamos a ver eso en Francia. Estaban rindiendo muy bien, tanto en términos de juego como de compromiso, pero perdimos a Neymar (se lesionó)», comenta.
Con estos jugadores extraordinarios, la más mínima reacción, la más mínima mirada, una sonrisa inapropiada, un guiño o un gesto adquieren proporciones internacionales y mundiales
En cuanto a su manejo con este tipo de jugadores, menciona: «La gestión es diferente. Las discusiones se llevan a cabo en una oficina, cara a cara. Son muy individuales. Con estos jugadores extraordinarios, la más mínima reacción, la más mínima mirada, una sonrisa inapropiada, un guiño o un gesto adquieren proporciones internacionales y mundiales. Un ejemplo: en nuestro primer partido de la Liga de Campeones contra la Juve, ganamos y sentí que debía sacar a Leo Messi al final del partido, no para beneficiar a nadie ni nada, sino para protegerlo físicamente».
Cuando empecé a entrenarlos, me dije: ¿qué tienen estos chicos que no tenga la gente normal?
«Me pareció una decisión lógica. Después del partido, todo el mundo me dijo que era la primera vez que Messi salía del campo en un partido de la Liga de Campeones (se refiere a los partidos con el PSG). Es entonces cuando te das cuenta y confirmas que estás entrenando a jugadores que son mucho más que jugadores. Cuando empecé a entrenarlos, me dije: ¿qué tienen estos chicos que no tenga la gente normal? No tienen nada. Solo hay que apoyarlos», continúa en L’Equipe.
Son personas normales, sencillas, accesibles, profesionales y abiertas a la discusión
Finalmente, el entrenador asegura que Messi, Neymar y Mbappé, a pesar de ser íconos mundiales, no tienen egos exagerados. «Son personas normales, sencillas, accesibles, profesionales y abiertas a la discusión», concluye.