En un mundo cada vez más digitalizado, la importancia de la ciberseguridad es fundamental. La protección de la información personal y confidencial se ha vuelto una prioridad para individuos y organizaciones. Con el aumento de amenazas cibernéticas como virus, malware y ataques de phishing, es crucial implementar medidas de seguridad efectivas.

Una de las principales estrategias para protegerse en línea es el uso de contraseñas seguras. Se recomienda utilizar combinaciones de letras, números y caracteres especiales, así como evitar contraseñas fáciles de adivinar. Además, es importante cambiar las contraseñas regularmente y no compartirlas con terceros.

Otra medida de seguridad importante es la autenticación de dos factores, que añade una capa adicional de protección al requerir un segundo método de verificación para acceder a cuentas en línea. Esto ayuda a prevenir el acceso no autorizado, incluso si la contraseña es comprometida.

Además, es fundamental mantener el software y los programas actualizados para protegerse contra vulnerabilidades conocidas. Los parches y actualizaciones de seguridad suelen corregir errores y cerrar posibles brechas que los ciberdelincuentes podrían aprovechar.

En resumen, la ciberseguridad es un aspecto crucial en la era digital actual. Con la implementación de contraseñas seguras, autenticación de dos factores y la actualización constante del software, es posible reducir el riesgo de ser víctima de un ciberataque y proteger la información personal y confidencial.

El torneo olímpico femenino de fútbol arranca para España el 25 de julio ante Japón en el Stade de la Beaujoire de Nantes, una fecha marcada en el calendario para muchas de nuestras internacionales que esperan ver su nombre en la lista de 18 convocadas que tendrá que dar Montse Tomé días antes. Una cita a la que las nuestras llegarán en situaciones diversas.

En Inglaterra la temporada acaba el 18

de mayo, casi un mes antes que en España (16 de junio)

. Es decir, que mientras

una jugadora de la WSL puede tener 68 días de descanso

-con el paréntesis de una ventana internacional-,

las que juegan en la Liga F verán este tiempo de asueto reducido a 39

-con el mismo compromiso en medio-. Si a esto lo enlazamos con dos veranos

hipotecados

por la Eurocopa de Inglaterra y el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, podemos decir sin miedo a equivocarnos que el desgaste de las nuestras es mayúsculo y único en el planeta fútbol. Un atropello que no afecta sólo a la salud de las protagonistas, lo más importante, sino también al espectáculo y a las posibilidades de éxito.

Los dos próximos fines de semana, Barcelona y Chelsea, referentes de la Liga F y la WSL, se enfrentan en las semifinales de la Champions League

. La competición doméstica en España no para (se jugará un Levante-Real Madrid de manera paralela al encuentro en Montjuic), mientras que en Inglaterra sí, jugándose sólo un partido aplazado. Lo agradecerá el aficionado, que no tendrá que elegir, y los patrocinadores, el gran sustento del producto. Y es que, mientras en Inglaterra renegocian con Barclays el

naming

de la competición con cifras astronómicas,

en España seguimos sin un patrocinador principal que, más allá de rellenar las arcas, dé visibilidad y valor a nuestra Liga y a nuestras jugadoras

.