En Estados Unidos, los defensores del uso de armas han logrado que en algunos pueblos del país se instalen máquinas expendedoras de munición. La empresa American Rounds ha colocado estas máquinas en varias tiendas de comestibles para prevenir el robo y la venta ilegal de balas a menores, según su propietario Grant Mayers.
Hasta ahora, hay una máquina en Alabama, cuatro en Oklahoma y una en Texas, con planes de instalar más en Colorado. Sin embargo, activistas han expresado preocupación por esta iniciativa en un país donde los tiroteos son frecuentes.
La empresa asegura que su máquina cumple con las leyes federales, verificando la edad de los compradores a través de un programa de reconocimiento facial. La facilidad de uso de estas máquinas las ha vuelto populares, con acuerdos con más de 200 supermercados en el país.
Organizaciones como «Guns Down America» y «Everytown for Gun Safety» han expresado su preocupación por la seguridad alrededor de la venta de municiones. En un país con altos índices de posesión de armas, los menores son una preocupación constante, siendo las armas de fuego la principal causa de muerte entre niños y adolescentes estadounidenses.