Hace seis años que Luis Planas y Teresa Ribera ocupan los Ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación, y de Transición Ecológica respectivamente, manteniéndose como fieles seguidores de Pedro Sánchez. Durante este tiempo, el campo español ha estado en constante movilización, con protestas que han abarcado tanto aspectos nacionales como europeos. Los agricultores y ganaderos han exigido medidas concretas, como la reducción de la burocracia, la adaptación a las nuevas normativas verdes y la implementación de cláusulas para frenar la competencia desleal. A pesar de las promesas incumplidas, las manifestaciones han continuado, lideradas por organizaciones agrarias tradicionales y nuevas plataformas independientes.
El Ministerio de Agricultura se ha visto reducido en sus competencias a lo largo de los años, cediendo terreno al Ministerio de Transición Ecológica en temas como la gestión del agua y la protección del lobo. Mientras Ribera ha impulsado políticas ambientales más estrictas, Planas ha preferido mantener un perfil bajo y evitar conflictos. En el ámbito europeo, ambos ministros buscan obtener cargos importantes en Bruselas, con Ribera aspirando a supervisar la comisaría de Agricultura. Sin embargo, queda en el aire la incertidumbre sobre si lograrán sus objetivos y si Planas podría finalmente dar el salto a la Comisión Europea, poniendo fin a su carrera política en España.
