El café es una bebida popular que tiene múltiples efectos positivos en el cuerpo, respaldados por investigaciones científicas. La cafeína, su principal componente activo, tiene propiedades estimulantes que benefician al cerebro, el estado de ánimo y la salud en general. Una de sus ventajas es mejorar la función cognitiva al bloquear la adenosina, permitiendo que neurotransmisores como la dopamina y la norepinefrina aumenten, lo que resulta en mayor alerta y rendimiento mental.
El consumo regular de café puede reducir el riesgo de enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson. Está repleto de antioxidantes que protegen las células cerebrales y ralentizan la degeneración del ADN. También se ha asociado con una menor incidencia de enfermedades hepáticas y beneficios para la salud cardiovascular. Incluso puede disminuir el riesgo de diabetes tipo 2 y depresión.
La FDA establece que 400 miligramos de cafeína al día son seguros para la mayoría de las personas, lo que equivale a unas 4-5 tazas de café. Sin embargo, las mujeres embarazadas o lactantes deben limitar su consumo a 200 miligramos diarios. Se recomienda no exceder las cuatro tazas al día para evitar efectos adversos como insomnio, ansiedad y palpitaciones. Además, se sugiere preferir el café preparado con filtro de papel para evitar aumentar los niveles de colesterol LDL.
