George Romney (1734-1802) pintó más de setenta retratos de Emma Hamilton, antes conocida como Emma Hart y Emy Lyon. La fascinación del artista por la joven era evidente en sus numerosas obras, reflejando su melancolía cuando Emma partió hacia Italia.
La belleza y alegría de Emma Hamilton la convirtieron en una musa codiciada. Su ascenso desde humildes orígenes hasta la fama, especialmente por su romance con Lord Nelson, la hizo famosa en la sociedad de la época.
Si quieres conocer más sobre la vida de esta fascinante mujer, sigue leyendo. Hoy te contamos la historia de Lady Emma Hamilton, una musa y actriz inglesa conocida por sus interpretaciones de la Grecia clásica.
La vida de Emma Hamilton, una musa intrigante
Emma Hamilton pasó a la historia como una seductora intrigante, aunque su inteligencia y talento artístico también jugaron un papel importante en su ascenso social. Artistas como George Romney la retrataron como una heroína griega, mostrando su belleza clásica y su poder de seducción.
Los inicios de Emma
Nacida como Emy Lyon en una familia pobre, Emma trabajó como criada y posiblemente como bailarina y prostituta en sus primeros años en Londres. Sin embargo, su vida cambió cuando conoció a Sir Harry Featherstonhaugh, quien la introdujo en la alta sociedad y la convirtió en su amante y anfitriona de fiestas.
Tras un desengaño con Featherstonhaugh, Emma encontró apoyo en Charles Greville, quien la transformó en una dama respetable, cambiando su nombre a Emma Hart. Sin embargo, Greville la envió a Nápoles para casarse con otro hombre y deshacerse de ella.
La vida en Nápoles
En Nápoles, Emma se convirtió en la esposa de Sir William Hamilton y se introdujo en la sociedad y la cultura griega y romana. Sus dramatizaciones y poses como heroína griega la hicieron famosa en la ciudad, ganándose el aprecio de la reina María Carolina y del escritor Goethe.
El amor verdadero
A pesar de su matrimonio con Sir William, Emma se enamoró del almirante Lord Nelson, con quien tuvo una hija. Tras la muerte de Nelson y de su esposo, Emma se encontró en dificultades económicas y falleció en Francia en 1815.
